ACTITUDES

El origen de la palabra actitud proviene del latín "actitudo"

La RAE (Real Academia Española) define la actitud como la postura del cuerpo humano, especialmente cuando es determinada por los movimientos del ánimo o expresar algo con eficacia. Actitud graciosa, imponente, las actitudes de un actor, de un orador.

En otra de sus acepciones la define como la disposición del ánimo manifestada de algún modo. Actitud benévola, pacífica, amenzadora, de una persona, de un partido, de un gobierno.

Una actitud es la forma en que un individuo se adapta de forma activa a su entorno y aquella llega como consecuencia de un proceso cognitivo efectivo y conductual.

Las actitudes pueden ser naturales pero también se pueden aprender mediante la formación.

Existen distintos tipos de actitudes:

• Desinteresada
• Integradora
• Manipuladora
• Interesada
• Emotiva

Desinteresada 

Es la que adopta una persona considerando a la otra como un fin para conseguir sus objetivos. Tiene las cualidades de apertura, disponibilidad, solicitud y aceptación.

Integradora

Además de comprender "el mundo interior" de otra persona y de buscar su propio bien intenta la unificación o integración de las personas. Busca no tan solo lo su beneficio sino tambien el de quienes le rodean.

Manipuladora

Es la que ejerce una persona para alcanzar sus fines personales teniendo en cuenta al otro como un medio para conseguir sus objetivos.

Interesada

Se da en situaciones de indigencia. Cuando una persona tiene necesidades inevitables busca todos los medios disponibles para satisfacerlas.

Ve a las demás personas como un recurso para lograrlas.

Emotiva

Basada en el conocimiento interno de otras personas siendo el trato afectuoso.

Otro tipo de actitudes son las  positivas y negativas. 

Actitudes positivas

Las positivas son aquellas que colaboran con el individuo para conseguir enfrentar la realidad de una forma sana y efectiva, 

Actitudes negativas

Son las que entorpecen esta relación del individuo con su entorno. La libertad del individuo reside en poder elegir entre una actitud y otra a cada momento.

Las actitudes no sólo modifican el comportamiento individual, sino también grupal. Una persona con una actitud positiva frente a los problemas, puede conseguir incentivar al grupo a salir adelante y llevarlo a mejorar; mientras que una con una actitud negativa, entendido como el virus de la actitud negativa comviene identificarlo y combatirlo de forma temprana ya que podría contagiar a todo el grupo.