La
salud mental se define como un estado de bienestar en el que la persona es
consciente de sus propias capacidades, es capaz de hacer frente a las tensiones
normales de la vida, puede trabajar de una forma productiva y fructífera y es
capaz de hacer una contribución a su comunidad.
La
OMS define la salud como: “un estado de completo bienestar físico, mental y
social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”
Para
la OMS el principal fin ha de ser el promover
la salud mental durante todo el ciclo de la vida que garantice a los niños
un comienzo saludable en la vida y evite trastornos mentales en la edad adulta
y la vejez. Para ello es necesario que los países cuenten con recursos y fondos
suficientes que en la mayoría de ellos carecen.
Enfermedad
mental y trastorno mental
Enfermedad
mental
Las
enfermedades mentales son alteraciones en el pensamiento, los sentimientos, el
humor, la habilidad de relacionarse con otros y el funcionamiento diario de una
persona.
Las
enfermedades mentales son desórdenes que en ocasiones disminuyen la capacidad
que tienen las personas que la padecen para hacer frente a los problemas
diarios, lo que se traduce en dificultades para razonar, alteraciones en su
comportamiento, imposibilidad para comprender la realidad y para adaptarse a
distintas situaciones.
Pueden
afectar a cualquier persona, independientemente de cual sea su sexo, raza,
religión o clase social.
Algunas
de las enfermedades mentales son:- Depresión.
- Esquizofenia
- Trastorno bipolar
- Trastorno de la personalidad
Depresión
La persona no
deja de sentirse triste y vacío y de forma constante se siente sin ayuda o
esperanza. Sufren ansiedad, irritabilidad y falta de motivación. También tienen
problemas con el apetito, el sueño, y padecen dolores. Muchas personas
deprimidas tienen pensamientos suicidas y entre un 10-15% terminan por hacerlo.
Según la OMS, para el año 2020,
la depresión será la causa principal en el mundo de la incapacidad entre
mujeres y niños.
Qué le puedes decir a una persona con depresión
En octubre de 2014 Lindsay Holmes publicó en EL HUFFINGTON POST un artículo sobre la depresión: “7 cosas útiles que le puedes decir a una persona con depresión” y del que hacemos un resumen del mismo.
Uno de los mayores problemas con los que se encuentra una persona deprimida es el sentimiento de que nadie pueda entender realmente por el que están pasado .La depresión hace mella física y emocionalmente y con frecuencia estigmatiza.
Para
Gregory Dalack, jefe del departamento de psiquiatría en la Universidad de Michigan,
explica al The Huffington Post, que la sensación de aislamiento le proporciona
a sus seres queridos mejores oportunidades para ayudar.
"La clave es demostrar a la
persona deprimida que comprendes que está enferma", relata. "Mucha
gente considera la depresión como un tipo de fallo en el carácter. Es
importante aclararles que entiendes que se trata de una enfermedad que necesita
ser tratada".
Los
expertos en salud mental sugieren empezar con las frases:
- Estoy aquí para lo que me necesites: Según Dalack, al decirle a alguien que estás a su lado, de verdad, probablemente se le este ayudando más de lo que crees. Su familia, amigos y otras personas importantes los pueden ayudar a conseguir una cita, a tomarse la medicación o a seguir una rutina. Es importante animar a los que sufren depresión a que sigan haciendo lo necesario para mantener su equilibrio diario", dice.
- No estás solo: Para Adman Kaplin, profesor adjunto en los departamentos de psiquiatría y neurología de la Universidad Johns Hopkins es importante que los seres queridos hagan ver a la persona enferma que no tiene que sufrir ella sola que “juntos podemos luchar y vencer la depresión”.
- No es tu culpa: Es fundamental para el proceso de curación hacer saber que la depresión no es su culpa. Es importante el transmitirle que entiendes que está sufriendo una enfermedad casi de la misma forma que pasa con la gripe; pensando de esta forma disminuimos la posibilidad de que se sienta una víctima. Según Dalack se deben de evitar frases como “alegra esa cara” o preguntarle cual es el motivo de su tristeza ya que estas frases sugieren que la depresión es algo con lo que han elegido vivir.
- Iré contigo: El acompañamiento a consultas médicas, a farmacia o a sesiones de terapia puede ayudarles en la superación de esa enfermedad. Al ofrecerse a acompañarlos, no solo los apoyas, sino que les dices que lo que tienen se pueden tratar
- ¿Qué puedo hacer por ti?: También puedes ayudar haciendo cosas factibles, dice Kaplin. “Si te ofreces a hacer algo con ellos, aunque sólo sea pasear o sentarte en el sofá, les envías el mensaje de que estás dispuesto a intentar que se sientan mejor, lo cual supone también seguir un horario normal y cumplirlo a diario”.
- ¿Qué tipos de pensamiento tienes? Kaplin hace hincapié en la importancia de saber si la persona está luchando contra su trastorno incluyendo el tratar temas como la de los pensamientos suicidas. Para preguntar si tiene pensamientos suicidas, Kaplan sugiere “explicarle que con la depresión es normal tener esos pensamientos, pero que el suicidio no debería ser una opción”.
- Nada: A veces, el ver que estás presente le puede ser muy útil para alguien con depresión. “ Lo más importante está en tus acciones y en tus palabras. Haz saber a esa persona que no la has dejado; que estás ahí para ayudarla”, Kaplin.
Es un
conjunto de severos síntomas
psicológicos los cuales hacen difícil el trabajar, jugar y estar con
otras personas. Estos síntomas son entre otros: ilusiones (creencias
irracionales), alucinaciones, pensamiento y habla incoherente, comportamientos
extraños, pérdida de expresiones y experiencias emocionales, inhabilidad para
experimentar placer o interés por las cosas así como aislamiento de las
personas.
Trastorno bipolar
Es una enfermedad mental grave que se caracteriza por
períodos de alteración del estado de ánimo (maníaco, depresivo o alternando
ambos rápidamente) intensos y que con frecuencia conducen a problemas con
el funcionamiento diario, las relaciones interpersonales e intentos de suicidio
No se han identificado las causas para el
trastorno bipolar, pero los factores biológicos, psicológicos y sociales se
cree que todos contribuyen, dando lugar a cambios químicos en el cerebro.
Algunos de los síntomas son una autoestima
excesiva, los vuelos de ideas, la disminución de la necesidad de dormir, hablar
excesivamente así como una tendencia hacia una conducta impulsiva e imprudente.
Trastorno de personalidad
Es una alteración
de la personalidad, de la forma de vivir, de la forma de ser y de relacionarse
con el entorno, que conlleva a problemas y conflictos de la persona en el campo
de las relaciones interpersonales, en el trabajo u otros ámbitos. En ocasiones
genera un notable sufrimiento a la persona que la padece.
Se llaman
trastornos de la personalidad porque afectan a la totalidad de las
características de la persona: conducta, emociones, pensamiento, y en la forma
de mostrarse o relacionarse.
.
Con tratamiento, en la mayoría de los casos, la recuperación de las enfermedades
mentales es posible.
A través del
procedimiento médico, los tratamientos psicosociales tales como las terapias
del comportamiento cognitivo, terapias interpersonales, grupos de apoyo además
de otros servicios a la comunidad, el llevar una dieta equilibrada y la
práctica del ejercicio físico y un descanso adecuado pueden formar parte
del tratamiento y facilitar la recuperación.
Por otra parte:
- Las enfermedades mentales son desórdenes físicos que no dependen de la personalidad ni de la inteligencia de la persona por lo que requieren tratamiento profesional al no poder superarse solo con la “voluntad”.
- Las enfermedades mentales aunque en todas las edades son susceptibles de padecerlas, los jóvenes y ancianos son los colectivos más vulnerables.
- La identificación y el tratamiento temprano son vitales logrando que la recuperación sea más rápida y los daños sean menores.
- Sin el tratamiento adecuado, las consecuencias de las enfermedades mentales para el individuo y para la sociedad pueden ser graves. Entre ellas: incapacidad innecesaria, desempleo, abuso de sustancias, falta de vivienda, suicidio.
- Entre un setenta y un noventa por ciento de los pacientes que reciben un tratamiento adecuado con medicamentos y ayuda psicosocial tienen una reducción significativa de los síntomas, lo que implica una mejor calidad de vida.
- El estigma que la sociedad tiene para con las personas con enfermedades mentales, supone para quienes las padecen un doble reto para su recuperación, por una parte la enfermedad en sí y por otra los prejuicios y discriminaciones por padecerla. Es aquel uno de los principales obstáculos para el éxito del tratamiento y su posterior recuperación. El origen del estigma está en estereotipos y mitos injustos heredados de siglos de incomprensión hacia la enfermedad mental.
- La OMS elaboró un plan de actuación para el período 2013-2030 que tiene un enfoque integral y multisectorial, con coordinación de los servicios de los sectores sanitario y social, y concede una especial atención a la promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación, atención y recuperación siendo claves la formación y reciclaje de los profesionales.
Trastorno mental:
Con el paso del
tiempo la definición de trastorno mental ha sufrido variaciones. De hecho,
hasta 1990 la OMS incluía a la homosexualidad
y la transexualidad en la lista de trastornos mentales
Este término es más amplio que el de
enfermedad mental. Se aplica a
cualquier alteración genética de salud mental sea o no como consecuencia de una
alteración somática conocida y que generalmente esta asociado a un malestar o a
una discapacidad.
Aunque no se
conocen perfectamente las causas de muchos trastornos mentales, se cree que
dependen de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales,
como sucesos estresantes, problemas familiares, enfermedades cerebrales,
trastornos hereditarios o genéticos y problemas médicos..
Los
trastornos mentales producen síntomas
que observan la persona afectada o las de su entorno, Entre ellos: dolores,
trastornos del sueño, tristeza, ansiedad, alteraciones de la memoria, abuso de
sustancias, conducta agresiva, incapacidad para realizar las tareas cotidianas,
etc.
La
OMS recomienda que la personas que presenten uno o varios de los síntomas
mencionados anteriormente deben consultar con un profesional en el caso que ésos persistan, provoquen
un sufrimiento importante o interfieran en la realización de tareas cotidianas.
Pueden
aparecer en cualquier persona independientemente de su edad raza o grupo étnico
Cerca de la mitad de los trastornos mentales se manifiestan antes de los 14
años, pero. Son los trastornos neuropsiquiátricos los que figuran entre las
principales causas de discapacidad entre los jóvenes. Los trastornos mentales y los ligados al consumo de
sustancias son la principal causa de discapacidad en el mundo.
En la mayoría de los casos, los trastornos mentales
pueden diagnosticarse y tratarse eficazmente
Muy
relacionado con los trastornos mentales y el consumo de alcohol están los
suicidios. Los suicidios son la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años.
Son ejemplos de
trastornos mentales, la ansiedad, la anorexia y la bulimia, la demencia, el
estrés post traumático así como el abuso de sustancias. Otro nuevo trastorno relacionado con las nuevas
tecnologías es la nomofobia.
Trastorno de ansiedad
Cada trastorno de
ansiedad tiene diferentes síntomas, pero todos los síntomas se agrupan
alrededor de un temor o pavor irracional
y excesivo. Duran al menos seis
meses y pueden empeorar si no se les trata.
Los trastornos de
ansiedad ocurren comúnmente junto con otras enfermedades mentales o físicas,
incluyendo abuso del consumo de alcohol o sustancias, lo cual puede enmascarar
los síntomas de la ansiedad o empeorarlos.
Son trastornos de
ansiedad:
- Trastorno del pánico.
- Trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT).
- Trastorno de ansiedad generalizada.
- Fobia social o trastorno de ansiedad social.
- Fobias específicas.
En la actualidad
existen terapias eficaces para el tratamiento de estos trastornos que pueden
ayudar a la mayoría de las personas que los padecen.
Trastorno de la alimentación:anorexia-bulimia
Los trastornos de
la alimentación implican emociones extremas, actitudes y comportamientos que
afectan a nuestro peso. Entre ellos están: la anorexia la bulimia nerviosa y el
trastorno por atracón.
La anorexia
es un trastorno de la conducta
alimentaria que supone la pérdida de peso provocada por el propio enfermo y
que le lleva a un estado de inanición. La persona anoréxica tiene una
percepción distorsionada y delirante de su cuerpo que hace que se vea gorda aun
cuado este por debajo del peso recomendado. Quienes la padecen pueden perder
entre el 15 y el 50% de su peso de su peso corporal.
Este trastorno
suele tener su inicio en la adolescencia por lo que la observación por parte de
la familia es fundamental para detectar malos hábitos que nos indiquen una
señal de alerta. Los malos hábitos en las comidas y la mala comunicación con
los padres al desconocer éstos las preocupaciones y gustos de sus hijos así
como su círculo de amistades son algunos de los factores de riesgo.
Por otra parte, la bulimia nerviosa es un trastorno
de la conducta alimentaria que se caracteriza por episodios secretos de
ingesta (consumir grandes cantidades de alimentos de golpe y a escondidas) a
los que siguen métodos para controlar el peso tales como: inducción al vómito o
el abuso de laxantes , diuréticos o ejercicio físico excesivo.
El diagnóstico de
la bulimia se da cuando una persona recurre a los atracones y a la purga de
forma regular, al menos dos veces por semana, durante un par de meses.
Este
término, que tiene su origen en el 2011, proviene
de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”, que significa el miedo a estar sin teléfono móvil. Un
miedo que se transforma en ansiedad cuando
la persona sale a la calle. Según un estudio realizado en el Reino Unido, los
motivos por los que se producía esta ansiedad era la sensación de estar aislado
de los posibles mensajes o llamadas de familiares y amigos.
Según
datos del CEETA (Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad),
los españoles consultan el móvil una media de 34 veces al día. Como
consecuencia de esta dependencia el 53% de los usuarios sienten ansiedad
cuando pierden el teléfono móvil, se les agota la batería o el saldo, y quedan
sin cobertura de red.
Las personas que
padecen este trastorno presentan tanto problemas físicos como psicológicos.
Problemas
físicos: patologías en dedos,
muñeca, hombros, cuello y espalda.
Problemas
psicológicos: ansiedad, ocultación o
minimización del problema, baja
autoestima e insomnio, entre otros.
Cómo se genera la adición al móvil
Para que una
persona se haga adicta al móvil, es suficiente con que tenga problemas
afectivos, presente dificultades para hablar con los demás o esté pasando por
una etapa difícil.
La adicción hace
que la persona se desvíe de su entorno familiar y de sus amigos.
Síntomas de la nomofobia
Las personas que
sufren esta adicción sienten la necesidad de estar “viendo y consultando” el
móvil en todo momento, de una forma compulsiva e incontrolada, aunque esté
haciendo otra cosa.
El dejar de
utilizar el móvil genera en estas personas una gran angustia, ansiedad,
nerviosismo, irritabilidad, etc. que desparece cuando lo vuelven a usar.
Otros signos que
nos advierten de una adicción serían:
- No ser capaz de hablar con otras personas sin dejar de consultar el móvil.
- Responder a los mensajes de forma inmediata.
- Desinterés por la vida real.
- Aislamiento de los demás.
- Alteraciones en el estado de ánimo.
- Comportamiento alterado (agresividad) y compulsivo.
- Problemas de comunicación.
- El comportamiento adictivo les hace ser muy sensibles a los juicios y valoraciones de los demás, acrecentando los sentimientos de inseguridad, todo ello fruto de una baja autoestima.
- Puede llegar al fracaso escolar.
Test para analizar la adicción al móvil
Para llevar a
cabo el test elaborado tan solo hay que valorar las siguientes afirmaciones del
1 al 7 (1 en total
desacuerdo y 7 totalmente de acuerdo)
1- Me siento
incómodo si no dispongo de acceso constante a la red a través de mi teléfono
móvil.
2- Me molesta
querer buscar información en mi dispositivo móvil y no poder hacerlo.
3- Ser incapaz de
ver las noticias (actualidad, el tiempo etc.) a través de mi móvil me irrita.
4- Me molesta no
poder usar mi teléfono y sus aplicaciones cuando quiero hacerlo.
5- Me asusta la
idea de que se acabe la batería del móvil.
6- Me da pánico
quedarme sin crédito en mi tarifa de datos mensual.
7- Si no dispongo
de conexión a la Red (ya sea mediante datos o Wi-Fi) compruebo constantemente
si hay alguna señal cercana a la que conectarme o trato de encontrarla.
8- Me preocupa
quedarme «tirado» en algún lugar cuando no funciona mi teléfono.
9- Cuando no
compruebo mi móvil durante un tiempo, siento el deseo de mirar si tengo nuevas
notificaciones.
10- Si no tengo
mi móvil conmigo me pongo ansioso porque no puedo comunicarme al instante con
mi familia y amigos.
11- Si no tengo
mi móvil conmigo me preocupa que mi familia y amigos no puedan localizarme.
12- Si no tengo mi
móvil conmigo me pongo nervioso porque no puedo recibir mensajes ni llamadas.
13- Si no tengo
mi móvil conmigo me pongo nervioso porque no puedo recibir mensajes ni
llamadas.
14- Si no tengo
mi móvil conmigo, me agobia pensar que alguien ha intentado contactar conmigo y
no ha podido.
15- Si no tengo
mi móvil conmigo me pongo nervioso porque mi conexión constante con mi familia
y amigos se rompe.
16- Si no tengo
mi móvil conmigo me pongo nervioso porque no puedo mostrar lo que hago en la
Red.
17- Si no tengo
mi móvil conmigo me siento incómodo porque no puedo estar al día en las redes
sociales.
18- Si no tengo
mi móvil conmigo me siento incómodo porque no puedo ver las notificaciones de
mis contactos.
19- Si no tengo
mi móvil conmigo me siento incómodo porque no puedo ver mi e-mail.
20- No sé qué
hacer si no tengo conmigo mi móvil.
Resultados
Ahora
debes sumar las puntaciones.
Si
has obtenido entre 20 y 60 puntos,
tienes una nomofobia leve.
Si
has obtenido entre 60 y 100 puntos,
tienes una nomofobia moderada.
Si
has obtenido más de 100 puntos,
tienes una nomofobia severa
Qué hacer si se es adicto al móvil
Lo
primero es ser tomar conciencia de que se tiene un problema y tener la
determinación de resolverlo. Cuando no lo podamos solucionar se debe pedir ayuda
a un especialista.
Para
ello Adriana Palacios en el artículo publicado en http://www.elcomercio.com/tendencias/tecnologia/reglas-dejar-mania-telefono.html propone consensuar en la familia, con los amigos y
los compañeros de trabajo algunas restricciones.
- No usarlo a la hora del almuerzo.
- Prohibirlo en casa cuando se vaya al baño.
- Evitar ponerlo debajo de la almohada cuando se usa como despertador.
- Estar al 100% presente en cada situación que se comparte con los demás, pero al mismo tiempo también dejar “huecos” para escuchar música, leer, ver una película, la televisión y enfocarse en vivir el presente sin la tensión permanente de revisar el móvil.
7 reglas para hacer un uso más
inteligente y menos autosdestructivo del móvil
1.-
Converse ahora, mande mensajes después.
Si está compartiendo un momento agradable, está conversando, o simplemente
descansando, tenga un límite al impulso por querer trabajar o comunicarte con
otros que están lejos.
2.-
Día libre y sin teléfono. La idea es
olvidarse de las redes sociales y el whatsapp y disfrutar como antaño. Si no
puede, pruebe a usarlo como si fuera un “stupid phone” y solo habla.
3.-
Evita ser un “encuentra todo”. Adiós
a los buscadores, mapas, aplicaciones y lo que se le ocurra que pueda servir
internet. De la bienvenida a lo inesperado y planifique. Deje la intensidad de
querer saberlo todo al instante. Nada
sucede si no maneja esa información. Ocupe ese tiempo para leer y aprender de
otra manera
4.- Abajo los codos y los móviles de la
mesa. No hay nada más patético que
ver a una familia completa chateando por sus teléfonos mientras se comparte un
almuerzo. Igual de mal se ven cuando los chicos y los amigos hacen lo mismo
frente a una audiencia que está ahí para verle y saber de usted. Ni hablar en
una primera cita. Tal vez esta descortesía debiera ser totalmente descartada.
¿Tal vez una ley que los prohíba?
5.-Parar de mirarlo: Suena absurdo, pero con tanta interacción que tiene
con el aparato a través de las notificaciones los ojos se van solos para saber
qué está pasando. Pero calma, modifique en los ajustes esos avisos. ¡Darse un
respiro es la clave!
6.-Pruebe qué pasa al dejar de ser tan activo:
¿Sabe cuánto de su tiempo le dedica a
Instagram, Facebook o Twitter? ¿Qué pasaría si desaparece un rato? Tal vez se
de cuenta que no se perdió de nada y su vida anda a otro ritmo. Sin tanto
estrés.
7.-Deja dormir al teléfono. Apágarlo: Si usted duerme todas las noches, ¿acaso su teléfono no necesita también
descansar? “Las pantallas de los dispositivos electrónicos emiten luz azul, que
su cerebro asocia con la luz del día. La exposición hace estragos con el reloj
de su cuerpo, mientras que la estimulación –sólo un tuit, email o mensaje de
texto que llega, hace lo mismo.
DECÁLOGO DE SALUD MENTAL
- Dormir 7 u 8 horas diarias para evitar la pérdida de energía y la aparición de fatiga.
- Comer limpio y variado para tener una dieta saludable y equilibrada.
- Practicar una actividad deportiva varias veces a la semana o intenta pasear una hora al día.
- Salir y divertirse con tus amigos/as, familia, vecinos/as…, apoya y ayuda a otras personas.
- Controlar el consumo de alcohol, tabaco, café, fármacos…
- Manualidades, ir al cine, leer un libro, ir a un concierto… mantener aficiones ayudará a desconectar.
- Echarse una siesta, ir a la peluquería, darte un capricho… es necesario dedicarte tiempo a si mismo/a.
- Hacer una lista con las tareas que vas a hacer y reconoce tus limitaciones. A veces la “sobrecarga” diaria se puede compartir con otras personas.
- Interpretar los obstáculos como desafíos a superar y como oportunidades para aprender nuevas formas de enfrentarte a los problemas.
- Insomnio, caída del cabello, tristeza,
irritación, nerviosismo… aprende a detectar los síntomas del estrés e
intenta aminorar sus efectos. Si no puedes controlarlo, solicita apoyo a
un/a profesional.
Bibliografía